La dura materia del pensamiento
La autora del extraordinario La paciencia (Bajo la luna, 2009), nos ofrece dos poemas de un libro inédito llamado Animal solo.
La dura materia del pensamiento
Una masa de niebla aglutinándose
hasta caer y cubrirnos como un manto
——no de piedad;
aunque estuviera en nuestras manos detenerla
dejamos que se desplome con su liviana pesadez.
La conversación no admite esos preámbulos en grises
y quedamos en silencio, un silencio planetario
hecho, parece, de la dura materia del pensamiento;
quedamos inmóviles, aquietados al ritmo
de la naturaleza, desalineados de la idea
que nos había reunido, fuera de órbita el rencor
tanto como el amor
sin atrevernos a migrar como las aves
cuando presienten tempestades;
pero se desata una luna tan llena
que oscurece hasta las sombras
—y nos reduce
a puro reflejo de palabras.
* * *
El día nos rechaza con su sol de noviembre;
la procesión va por dentro
y dentro de la casa el desorden
me doblega; se produjo una revolución
en las costumbres y así quedaron las cosas:
las de vidrio amenazan caer desde el último estante
las más íntimas abandonan su puesto
——y desaparecen
como duendes sublevados;
tantas se volvieron inalcanzables;
cada tanto aparece algún gesto
fuera de lugar, cabos sueltos
como palabras que se deshilachan
en el torbellino de poner algún orden
apaciguar un dolor de este universo
que parece no tener remedio.